Ruta de los Gracioseros: Playa y Salinas del Risco

"RUTA DE LOS GRACIOSEROS

PLAYA Y SALINAS DEL RISCO" 

                                              

                                      

        Se trata de la playa más solitaria y "familiar" de Lanzarote. Sólo podemos acceder a ella por barco o bajando una verada conocida como camino de Los Gracioseros,  ruta que seguían los Gracioseros (habitantes de la Graciosa) cuando atravesaban en barco por la parte más cercana a Lanzarote y subían por un zigzagueante y empinado camino de algo mas de 45 minutos (según la capacidad personal) para ir a cambiar, vender o comprar mercancías, así como a visitar familiares, amigos ... y volver por el mismo camino a su querida isla de La Graciosa. Está localizada en la Costa de Yé, y se inicia en el aparcamiento Las Rositas.

     Nada más descender, se aprecian las espectaculares vistas del Archipiélago Chinijo. Si está despejado, se verán La Graciosa, Montaña Clara, Roque del Oeste y al final Alegranza. Todas deshabitadas a excepción de La Graciosa, donde las Playas, el relax, la arena... están garantizadas.

    La Playa de arena dorada y casi virgen, tiene aproximadamente 1 Km. Sólo puede tener un peligro, las corrientes, cuando el viento es intenso y se ve la intensidad de la corriente en El Río, (espacio estrecho de mar comprendido entre las costas de Lanzarote y La Graciosa), mejor no hacer tonterías y quedarse cerca de la orilla de la playa.

    Son dignas de ver, los restos de  Las Salinas del Río, las más antiguas de toda Canarias. Se tiene constancia de su funcionamiento desde el siglo XV, si bien su  extracción de sal pudiera ser anterior. Entre los siglos XVI-XVII estaban a pleno rendimiento. Hacía los años 70 del siglo XX se abandonaron. Su sal, era de color rosáceo y son "salinas de Barro" porque se impermeabilizaban con este material, barro. Forman parte del Parque Natural de los islotes y Riscos de Famara.

    Si hemos disfrutado de la vistas de las salinas, del archipiélago Chinijo y de una buena jornada de playa, no nos queda nada más que tener paciencia y subir descansado, despacio y con la mirada arriba por el zigzagueo de la bajada. Cuidado con la ropa, calzado y agua.